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Miércoles, 24 Diciembre 2014 10:33

Crónica del concierto de Joaquín Sabina en Barcelona, Palau Sant Jordi. El mejor directo que le hemos visto JAMÁS al Maestro.

Escrito por  Publicado en Crónicas de conciertos 2023-2024
 
Tras 5 años de solitaria ausencia en un escenario de Barcelona, por fin el público barcelonés pudo volver a disfrutar de dos noches mágicas en compañía del maestro Sabina.
 
El Palau Sant Jordi, lleno a rebosar, acompañó al gran Sabina coreando sus grandes éxitos, que a todos nos hacen vibrar.
 
Canciones como Ahora que, 19 días y 500 nochesBarbie superestar, Más de cien mentiras, Y sin embargo, Pero qué hermosas eran, Contigo, Noches de boda, Y nos dieron las diez y un largo etcétera, fueron brindadas a su entregado público con una energía que atrás deja el miedo escénico que sufrió la semana pasada en su primer concierto celebrado en Madrid y que tanto ayudó a los aburridos medios de comunicación a hacer su particular agosto en diciembre.
 
15.000 personas de todas las edades bailaron y cantaron al son de un Sabina tan grande como melancólico, que celebra esta gira titulada "500 noches para una crisis" para conmemorar los quince años de su exitoso disco "19 días y 500 noches".
 
Con esta nostalgia presentaba el cantante su gira:
Fue el último que grabé con la energía de la juventud que me había durado hasta los cuarenta y diez”.
 
Sabina regaló, junto a sus seis músicos de confianza, una noche mágica en un concierto que duró dos horas y media, llenas de emociones, y que puso en pie al Palau Sant Jordi al completo disfrutando de una completa locura.
 
En un escenario decorado con una elegante cortina roja -con la firma de Sabina estampada-, y 3 pantallas gigantes de fondo, el Maestro demostró su grandeza una vez más y alejó todos los fantasmas. Con su impoluto traje verde chillón y su inseparable bombín, el jienense iluminó y llenó de energía el estrado.
 
Nos encontramos con un Sabina muy cercano, que no dudó en compartir y reflexionar con sus admiradores sobre algunos temas tan sensibles como el ictus padecido por aquél entonces, haciéndonos confidencias sobre sus oscuras compañías y, por supuesto, haciendo alusión a su último incidente en Madrid con su habitual sentido del humor.
 
"En algún momento de la semana pasada pensamos que no llegaba a Barcelona. Por suerte, llegamos y nuestra intención es devolverles tanta honda impresionante como nos han mandado los amigos, los enemigos -que también han colaborado en esta magnífica campaña de márketing- y tantos desconocidos anónimos. Benditos sean"
 
"Abandoné la compañía de los músicos, mucha droga, y me fui con los poetas, borrachos"
 
Con su mirada fija en su público y la honestidad que lo caracteriza, agradeció todas las muestras de cariño recibidas tras el acontecimiento inesperado sufrido en Madrid. Un gesto que todos sus fans arroparon con mucha fuerza y un intenso calor.

Todas sus palabras -e incluso su pose- denotaban una tristeza, una cierta nostalgia de esa juventud que ya no es lo que era. Sabina se siente joven, pero parece que su cuerpo, su mente y también sus circunstancias, ya no acompañan. Joaquín se ha hecho mayor, y su mente y actitud juveniles se sienten atrapadas en un envoltorio que no se corresponde con lo más profundo de su alma.

En el apartado estrictamente musical, destacó un recuerdo a Quico Pi de la Serra, que estaba presente en el concierto, porque "siempre ha ido aprendiendo de todo el mundo", una versión "muy libre" del "Ain't it me, babe" de Bob Dylan, traducida como "Ése no soy yo"-, unos temas que sirvieron para introducir su explicación del paso del folk de La Mandrágora al rock para parecerse a Alarma, y su guitarrista, Jaime Asúa, integrante de la banda de Sabina, nos deleitó con "El caso de la rubia platino". La corista Mara Barros también tuvo su momento de lucimiento.

Entre el grueso del repertorio y los bises, el Maestro se tomó algún que otro descanso. El primero de los bises fue abierto por Mara Barros con la la habitual -y siempre efectiva- versión del "Y sin embargo te quiero", que encadenó a Sabina con "Y sin embargo" y "Princesa" -en clave rolling stone- y en el segundo bis, fue García de Diego quien bordó "Tan joven y tan viejo" para empezar.

Sobresaliente en la dicción y -claramente- mucho mejor de voz que en anteriores ocasiones, Sabina ofreció el mejor de sus conciertos que jamás le hemos visto en Barcelona el pasado lunes, 22 de diciembre.

Una noche inolvidable que se clausuró con la grata sorpresa de la presencia del gran Joan Manuel Serrat, que ofreció junto a su queridísimo amigo Sabina varios bises tan significativos como son "Paraules d'amor", cantada en catalán y que emocionó visiblemente al de Úbeda, seguida por la festivalera pero muy significativa "Pastillas para no soñar", y concluyendo la soberbia noche con "La canción de los buenos borrachos" (a capella).

Ahora solo nos queda esperar su nuevo disco, que verá la luz en el próximo año nuevo: 2015. Muchas ganas.